¿Quieres hacer un postre fácil, que se pueda transportar, idóneo tanto para tomar en casa o cuando vayas de excursión o a la playa, o quizá también sorprender en una reunión de amigos? Hoy he optado por estos frutos, pero en otras ocasiones le pongo pasas, orejones, fresas... lo ideal es que cada uno aporte sus preferencias. Pues aquí te lo dejo
Ingredientes:
500 gr de Harina normal
1 cucharadita de Sal
1 cucharada generosa de Mantequilla temperatura ambiente
20 gr de Levadura fresca
1 Huevo L
1/2 vaso de Agua tibia (a menos de 40º)
1 taza de Arándanos deshidratados
1 taza de Papaya deshidratada, en daditos
1 taza de Nueces peladas y cortadas en trozos
1 taza de Almendras al natural con piel, cortadas en trozos
Azúcar para espolvorear.
Se tamiza la harina con la sal y se coloca en un bol (lo puedes hacer con amasadora)
Diluyes la levadura en el agua tibia
Añades a la harina la levadura, la mantequilla, el huevo y amasas durante unos 10 minutos (si es necesario le añades un poco más de agua. Deja reposar la masa tapada en un sitio cálido, hasta que doble el volumen.
Enciende el horno a 200º y desgasifica la masa con un breve amasado.
Estira la masa y cúbrela con los frutos secos, envuélvela y amasa para que se integren bien en la masa.
En una hoja de papel de hornear, coloca la masa y estírala (estas medidas te cubren una placa de horno)
Marca con tus dedos unas huellas y espolvorea el azúcar, sin quedarte corto. Hornea en la parte baja del horno, función arriba y abajo, durante 20 minutos o hasta que se vea dorada
¡No te pases, queda mejor medio húmeda!