Seguro que no es nada nuevo, pero no se me había ocurrido antes (porque nunca me sobraban torrijas); pues resulta que me han regalado unas torrijas (muchas) y ese día no tenía muchos comensales, así que se me ocurrió hacer este flan para el domingo, que es cuando solemos juntarnos todos y "dicho y hecho"
Ingredientes para las torrijas:
1-2 Barras de pan del día anterior
1 Litro de leche entera
1 Cáscara de limón
1 Palito de canela
Azúcar
4-5 Huevos
Aceite de oliva extra virgen
Se pone a hervir la leche con la corteza de limón y el palito de canela; dejamos que hierva suavemente unos cinco minutos, retiramos y añadimos el azúcar, removiendo para que se diluya.
Dejamos que se enfríe.
Se corta el pan en rebanadas de dos centímetros de grosor y los colocamos en una fuente honda.
Le echamos la leche fría y colada por encima a las rebanadas y dejamos que se empapen bien. Al cabo de una media hora les daremos la vuelta con cuidado de que no se deshagan.
Pasada una hora, se baten los huevos y se pone a calentar el aceite, a temperatura fuerte sin que llegue a humear.
Se escurren las rebanadas de pan (GUARDAMOS LA LECHE SOBRANTE) y se pasan por el huevo batido y se fríen hasta que estén doraditas. Se colocan sobre un papel absorbente, para eliminar el exceso de grasa.
Ingredientes para el flan:
Azúcar para caramelizar el molde
6 huevos
Un poco de leche hervida con azúcar, cáscara de limón y canela (si ha sobrado poca de escurrir las torrijas)
Caramelizamos el molde que vamos a utilizar.
Cortamos las torrijas en dados y las ponemos a remojo en la leche durante una hora.
Batimos los huevos y los incorporamos a las torrijas empapadas y mezclamos bien; vertemos en el molde, lo tapamos bien y lo cocemos 20-25 min a baño María.
Calentamos el horno a 185º y horneamos destapado unos 30 min más. Sacamos y dejamos que se enfríe totalmente antes de desmoldarlo.
En casa nos gusta tomarlo con un poco de miel de palma por encima.