Este año se han hecho esperar y ya los tenía previsto dejar hasta el año próximo, pero miren por donde me los encontré el otro día en una feria y no me resistí.
El mirabel es una variedad de ciruela de pequeño tamaño, de tonos amarillentos-rojizos y muy aromáticos.
En Galicia, mi tierra, se cultiva mayormente el O Rosal, en la provincia de Pontevedra, desde mediados del pasado siglo, donde fue introducida por Xosé Sánchez Garcia.
He seguido la receta de Pamela, variando un poco las cantidades y suprimiendo algún ingrediente.
Ingredientes:
Para dos tarros
500 gr de Mirabeles
125 gr de Azúcar
Zumo de 1 Limón
2 cucharadas de Ron tostado
Lavamos, secamos y cortamos en dos los mirabeles quitándoles el hueso y los colocamos en un bol.
Añadimos el azúcar y el limón, dejando macerar unas horas (los dejé toda la noche).
Pasado este tiempo, trasladamos la fruta a un caldero y llevamos a ebullición; añadimos el ron y dejamos cocer más o menos treinta minutos a fuego moderado-bajo, removiendo frecuentemente. Dejaremos el punto que deseemos, si preferimos más deshecha la fruta, dejaremos cocer un poco más.
Esterilizamos los tarros dejándolos hervir unos 20 minutos en agua, escurrir y secar muy bien.
Los llenamos bien hasta el borde, cerramos y les damos la vuelta para que así hagan el vacío.
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