8 Limones (mejor caseros) sin tratamientos
1 litro de Vodka
350 gr de Azúcar
350 ml de Agua
Limpiamos bien los limones con ayuda de un cepillo suave, los secamos y cortamos la piel de forma que nos quede sin nada de parte blanca.
Estas cortezas las ponemos en un recipiente que se pueda cerrar herméticamente y las cubrimos con el vodka, dejándolas macerar durante 10-12 días en un lugar fresco y no muy claro.
Pasados esos días, procederemos a hacer un almíbar con el azúcar y el agua y una vez que esté frío, filtramos sobre él el almíbar; trasladamos todo filtrando de nuevo a una botella y lo mantendremos en la nevera para su consumo.
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