Ahora es temporada del bonito y el más nombrado es el de Burela.
Siempre que tengo oportunidad, procuro comprar la pieza entera que suele pesar alrededor de 5,5-6 kg y le pido al pescadero-a que me separe las ventrescas, le corte las rodajas centrales de unos 2,5 cm, y la parte anterior y la cola; estas dos últimas son las que utilizo para preparar estos albondigones.
Ingredientes:
Bonito del norte
Pan mojado en leche
3-4 Huevos
2 Cebollas
2 Dientes de ajo
1 Taza de aceitunas s/h
1 Taza de pimientos de piquillo
150 gr de Jamón serrano
2 Tazas de
salsa de tomate casera
2 Vasos de vino blanco
Harina
Aceite
Se pican la cebolla y el ajo finamente y se fríe sin que se dore.
Se pone a remojo el pan en la leche (he puesto pan de millo sin corteza)
Picamos los pimientos, las aceitunas y el jamón muy finamente.
Limpiamos el bonito de pieles, espinas y partes oscuras; lo troceamos en dados pequeños.
Una vez que está frita la cebolla, dejamos que se enfríe un poco y añadimos 3/4 partes al bonito. Hacemos lo mismo con los pimientos y aceitunas (3/4 de los dos), añadimos el pan bien escurrido, el jamón y los huevos enteros y amasamos todo para que se integre bien. No es necesario poner sal, pero se puede probar y rectificar.
Formamos unas albóndigas con forma de huso, las pasamos por harina y las freímos para que queden doradas por todas partes; las vamos colocando en un caldero ancho.
Cuando tengamos todas fritas las cubrimos con la
salsa de tomate casera, el vino (le puse un Albariño) y 1/4 de la cebolla, los pimientos y las aceitunas. Dejamos que se haga lentamente durante 15 minutos y ya está listo.
Personalmente me gusta la salsa así tal cual, pero se puede pasar por un chino también.
Al servir los albondigones, que pueden estar enteros o cortados en rodajas, se acompañan de papas fritas, cachelos, puré de papas o arroz blanco.